En México, miles de mujeres están escribiendo su propia historia de éxito. Ya sea desde su cocina, su taller, su consultorio o su computadora, lo hacen con esfuerzo, visión y, sobre todo, acompañadas. 1,900 de ellas tienen algo en común: son parte de la Academia de Mujeres Emprendedoras (AWE), una iniciativa del Gobierno de Estados Unidos que desde hace cinco años impulsa el liderazgo femenino en los negocios.
“AWE es una plataforma para que mujeres emprendedoras desarrollen su liderazgo. Les damos herramientas para acceder a conocimiento, a capital y, sobre todo, para construir una red de valor entre ellas”, explica Cristina Acevedo, codirectora de AWE en México.
Desde 2019, más de 1,900 mujeres en todo el país han pasado por esta academia que ofrece formación empresarial, mentorías, conexiones estratégicas y oportunidades reales de financiamiento. AWE ha estado presente en más de 20 sedes físicas y ha llegado, gracias a la virtualidad, a prácticamente todo el país. Actualmente se cuenta con graduadas de 30 estados.
AWE México, Una comunidad que crece y se apoya
El origen de AWE México está marcado por la historia de dos soñadoras: Mónica Martínez e Ingrid Orozco. Ambas regresaron de una estancia en Estados Unidos con la idea de traer el programa DreamBuilder a México. Lo lanzaron como un piloto con apenas tres grupos. Hoy, AWE ha graduado a 64 generaciones de mujeres emprendedoras, con apoyo de los American Spaces, consulados y aliados estratégicos como AT&T, UPS y Amazon.
El crecimiento no se mide solo en números. Se nota en la confianza que las emprendedoras han ganado, en los productos que ahora llegan a nuevos mercados, en los empleos que están generando y en las redes que han construido.
“El 71% de nuestras graduadas nos dijo que ahora toma las decisiones más importantes de su vida. Eso, para mí, es el verdadero éxito del programa”, afirma Cristina con orgullo.
Resultados que hablan por sí mismos
Una encuesta realizada entre 2019 y 2024 reveló datos contundentes:
- El 83% de las participantes aumentó sus ingresos.
- El 85% mejoró su gestión de costos y ventas.
- El 65% ya tiene su marca registrada.
- Un tercio logró ampliar sus canales de venta.
- Cerca de la mitad ya genera empleo adicional.
Los sectores más comunes entre las participantes son alimentos, salud y belleza, manufactura, artesanías y servicios profesionales. La mayoría lidera negocios jóvenes, con entre dos y seis años de vida.
Capital y alianzas que hacen la diferencia
Gracias al apoyo de empresas como UPS y AT&T, AWE ha entregado más de 113,000 dólares en premios y capital semilla. Esto ha permitido a muchas emprendedoras hacer realidad ideas que, sin recursos, habrían quedado en papel.
“Estas alianzas nos han ayudado a llevar el programa más lejos. No solo damos formación, también damos oportunidades concretas”, dice Cristina.
Hasta la fecha, se han otorgado más de 210 premios locales y 17 nacionales. Además, AWE ha contado con 460 mentores, más de 730 conferencias y 260 empresas aliadas que han brindado talleres, asesorías y seguimiento.
Expoventa: el talento cobra vida
Para celebrar estos cinco años, AWE organizó una Expoventa del 28 al 30 de mayo en Casa Fusión, en la Ciudad de México. Ahí, las y los asistentes pueden conocer de primera mano los productos y servicios creados por estas mujeres: desde alimentos gourmet hasta soluciones tecnológicas.
“Queremos que la gente vea el rostro detrás de cada marca. Cada emprendedora tiene una historia que vale la pena conocer”, invita la fundadora de AWE.
Más que negocios, un cambio de vida
La fuerza de AWE está en las historias reales. Mujeres como Araceli, que transformó el dolor en un negocio de autoayuda; Lidia, que desarrolló una marca ecológica reconocida a nivel nacional; o Ana María, que hoy asesora a universidades. Algunas han abierto tiendas físicas, otras exportan sus productos, muchas han ganado visibilidad en medios, ferias, e incluso conocieron a figuras como la Primera Dama de EE. UU. o el presidente de México.
“Cuando una mujer tiene autonomía económica, puede decidir sobre su vida: qué vestir, a dónde ir, si estudiar, si casarse o no. Eso es lo que buscamos: que cada mujer tenga poder de decisión”, dice Cristina.
El programa también ha acogido a mujeres migrantes de países como Venezuela, Colombia, Nicaragua y Argentina, que encontraron en AWE un nuevo comienzo.
Lo que sigue
AWE no se detiene. Su meta es seguir creciendo, seguir formando, seguir conectando. Cristina Acevedo lo resume con claridad:
“Este es un proyecto vivo. AWE es de ustedes y para ustedes. Seguimos soñando en grande, porque sabemos que cuando una mujer crece, crece todo su entorno”.
El mensaje es contundente: invertir en mujeres emprendedoras no es solo un acto de justicia social, es una apuesta inteligente por el desarrollo económico, el empleo y la innovación. AWE México es una muestra de lo que sucede cuando se siembra confianza, se nutre con conocimiento y se cosecha en comunidad.
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