Un modelo educativo que conecta ciencia con la industria

En un mundo donde la tecnología avanza más rápido que los planes de estudio, la IE University propone un modelo educativo que promueve la colaboración activa entre academia, industria y emprendimiento para diseñar, desarrollar e implementar conjuntamente programas de investigación y formación de alto impacto que aborden las necesidades reales de la industria y los desafíos mundiales más urgentes. Todo a través de IE Sci-Tech iX.

“Estamos construyendo una nueva politécnica. Está muy conectada con la industria, es emprendedora e internacional”, afirmó Ikhlaq Sidhu, decano de la IE University School of Science and Technology, en un encuentro con la prensa internacional en el marco del South Summit 2025, celebrado en Madrid.

La propuesta busca romper los silos que aíslan el conocimiento académico del mundo real. Para lograrlo, IE University ha diseñado un ecosistema donde las empresas no solo patrocinan proyectos, sino que co-diseñan programas de estudio y se integran en el proceso de formación. “No solo vienen a dar un proyecto. Están ayudándonos a crear el programa”, aseguró Sidhu.

Este enfoque tiene una base clara: la convicción de que el conocimiento aislado no es suficiente. “Cuando mezclas personas de la industria, estudiantes y otros perfiles, y les das el mismo problema, obtienes soluciones diferentes, una gama más amplia y, a veces, una mejor ejecución”, explicó el decano, quien anteriormente fue fundador del Sutardja Center for Entrepreneurship & Technology en UC Berkeley.

Ikhlaq Sidhu, decano de la IE University School of Science and Technology, apuesta por derribar los silos entre academia, industria y tecnología con un modelo de aprendizaje mixto y financiamiento internacional.

Una red de universidades, investigadores y empresas

Uno de los pilares de este modelo de IE University es IX (Impact Xcelerator), una célula de investigación que actúa también como mecanismo de financiamiento. Desde ahí se apoya económicamente a investigadores dentro y fuera de la universidad, incluyendo a profesores de Stanford, Berkeley y Oxford.

“Nadie más está haciendo esto”, afirmó Sidhu. “Si vas al MIT, nunca escucharás que han creado un fondo para ayudar a financiar a Stanford y Oxford. Pero nosotros sí lo estamos haciendo. Queremos que los profesores más emprendedores del mundo, nuestros estudiantes, investigadores y empresas trabajen juntos”.

Este enfoque no se limita a la teoría, sino que se articula con temas de frontera como salud digital, blockchain, IA financiera o seguros del futuro, a través de programas tipo “Gateway” donde se mezclan fundamentos académicos y desafíos reales del mercado.

El vicedecano de Desarrollo Estratégico y Alianzas de IE University School of Science and Technology, Geoffroy Gérard, enfatizó que este tipo de alianzas está despertando interés global: “Probablemente las universidades estadounidenses top en el pasado no necesitaban colaborar con otros. Hoy, hay más oportunidades. Estamos por firmar programas conjuntos para el próximo año”.

De la teoría al mercado: cerrar la brecha de la innovación

Sidhu abordó también uno de los retos más complejos del ecosistema: ¿por qué tan pocas innovaciones llegan al mercado? “Tienes que probar 100 ideas para que una o dos avancen. Hay un embudo natural de innovación”, explicó. Según el académico, muchas empresas han delegado esa tarea al mundo del venture capital: “Las corporaciones se han vuelto conservadoras y la innovación se trasladó al mundo emprendedor”.

Frente a eso, el reto está en recuperar el espíritu experimental sin caer en la trampa del control absoluto. “A veces, el problema no es el dinero, sino la mentalidad. Cuando todo está sobrerregulado desde arriba, los profesores y las universidades pierden autonomía y capacidad de innovación”.

El reto es cómo mejorar la tasa de éxito sin perder el espíritu explorador. “Cuando uno se vuelve muy bueno en esto, empieza a tomar menos riesgos. Y si no fallas lo suficiente, probablemente no estás haciendo nada realmente nuevo”, Ikhlaq Sidhu, decano de la IE University School of Science and Technology.

Por eso, la universidad busca formar a estudiantes capaces de moverse entre el conocimiento técnico y el entendimiento del negocio, sin dejar de lado la ejecución.

Sidhu es partidario del aprendizaje basado en proyectos y se atreve a imaginar currículos sin clases magistrales, donde los estudiantes construyan soluciones todos los días junto a distintos expertos. “La retención de una clase magistral es de apenas 10%. Pero si haces un proyecto práctico, lo recordarás mucho más”.

Emprender se aprende: cómo cultivar la mentalidad correcta

En su visión, la mentalidad emprendedora no nace, se entrena. “Solo el 2% de los profesores tienen comportamientos emprendedores. Publican más, sus alumnos fundan más empresas, son mejores conectores y más fáciles de trabajar”, dijo.

Para formar emprendedores, Sidhu propone ejercicios concretos. Uno en específico es pedir algo a desconocidos esperando que la respuesta sea no. “El objetivo no es obtener un sí, sino superar el miedo al rechazo. Que pedir algo difícil no sea una experiencia traumática”.

También destacó que la mentalidad emprendedora se basa en habilidades como la negociación ganar-ganar, la inteligencia emocional y la flexibilidad cognitiva. Y advirtió sobre los riesgos de delegarlo todo a la IA.

Las habilidades que no puede hacer una máquina

En un entorno de automatización creciente, Sidhu fue contundente al señalar qué no puede hacer una máquina: “Ser humano. Esa es la habilidad más importante”. Explicó que la inteligencia artificial puede procesar información, pero no formular las preguntas correctas, persuadir a otros, interpretar contextos o tener empatía.

“El verdadero peligro es que delegues tu mente a la IA. Si apagas tu pensamiento crítico, tu curiosidad, entonces es malo para ti. Pero si no haces eso, la IA es una herramienta poderosa”, Ikhlaq Sidhu, decano de la IE University School of Science and Technology.

IE University apuesta por formar no solo técnicos competentes, sino líderes capaces de construir puentes entre disciplinas, industrias y culturas. Personas con visión, capacidad de acción y sensibilidad humana.

Finalmente, ante la pregunta de cómo equilibrar las competencias técnicas con la visión de negocio, Sidhu fue claro: “Es difícil ser excelente en ambas cosas. Pero si puedes ser 30% en una y 70% en otra, o trabajar en equipo con alguien complementario, eso marca la diferencia”.